Inicio de año, calles vacías, el
ruido habitual se ausentó desde la noche anterior, lo que ahora ocupa su lugar
es el vacío de las calles y los restos de pirotécnicos que marcaron un nuevo
inicio por así decirlo, aunque para otros es solo un día más en el calendario,
sin importancia, sin significado alguno, después de todo siempre es así.
Despertarse resulta ser un gran
esfuerzo, ya no está la sonrisa que cálidamente decía “abre los ojos es un nuevo día para seguir durmiendo”. Los recuerdos
se detienen frente a ella como una película pero sin opción a retroceder.
Solo se sentían ligeros movimientos que hacían estremecer su cuerpo de dolor, el brillo del sol junto con el ruidoso ambiente la confundieron, cayendo en un ligero sueño que la aprisionaba por ratos, sentía frío y ardor en las extremidades, un constante dolor en la cabeza la inquietaba, pero las voces a su alrededor le clamaban que se mantuviera quieta que todo saldría bien. El olor a frío y medicamentos le indicaron dónde se encontraba, el pulcro lugar le trajo a la mente lo ocurrido, se tranquilizó al verse a salvo pero no duró mucho porque buscaba a alguien más. Destellantes imágenes de lo ocurrido venían a su mente, colores que se mezclaban con sangre, palabras de amor y despedida que apenas pudo oír, estremecieron su cuerpo que quería bajar de la cama y salir a buscarlo, pero las enfermeras se lo impidieron regresándola a la fuerza a permanecer recostada, sedada, durmiendo, olvidando, llorando en silencio, culpándose de lo ocurrido. Sus heridas físi...
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