Ir al contenido principal

Inesperado

Hace tanto tiempo que no subía nada nuevo, ahoya ya me tome mi tiempo y traigo algo, espero les guste. 


Inesperado 

La noche perfecta para tan esperado momento, la fiesta del año, o quizás solo la fiesta especial para quienes así lo creían y asistirían, para  quienes encontraron esa noche, una mágica velada.

El trafico no cedía y las manecillas del reloj continuaban sin que alguien las pudiera detener, el pasajero de un taxi empezó a  desesperar sintiendo que tardaría horas en llegar y al tiempo su mente visualizo lo que ocurriría, llegaba al gran salón azul  a unos metros de la plaza principal, solo para quedarse de pie afuera esperando a su dama , a su acompañante, que inicialmente dudaba invitar por temor a una repuesta negativa pero el temor se esfumo cuando la tuvo a su lado a pesar que el tiempo les jugara una travesura, el viento soplaba muy fuerte esa tarde y los apuntes que llevaban en manos echaron a volar haciendo que ambos se movieran en busca de cada uno de los papeles, al haber culminado todo se veía más sencillo, ayudando a las palabras a salir con total serenidad de sus labios, unos realizando una invitación y los otros sonrientes aceptándola.

Los minutos se convertían en horas en el mundo imaginario de sus sueños, a pesar que solo hayan pasado diez minutos en plena pista congestionada por los desvíos en calles aledañas. Cinco minutos después todo había pasado y se encontraba descendiendo del auto solo para dar unos pasos hacia el lugar indicado por ambos para encontrarse y entrar juntos al baile. Veía a todos sus compañeros sonrientes entrar acompañados de sus parejas y lo único que hacia era darles una cálida sonrisa asintiendo con la cabeza en señal de que pronto estaría junto con ellos, solo tendría que esperarla, pero el cielo parecía nublarse a cada segundo que pasaba, las estrellas ya no brillaban y la luna parecía huir de la noche, gotas heladas empezaron a caer sobre su cabeza y todo poco a poco fue llegándose de gotas frías de lluvia, todo pasaba pero ella no llegaba; pensamientos negativos pasaron por su cabeza , "quizás me dejo plantado" pensó, aunque rápidamente se deshizo de tal idea. A pesar del frío y la lluvia él no se movía de su lugar, hasta que sus compañeros preocupados por no verlo al interior del salón salieron a buscarlo y resguardarlo, ellos sabían lo que pasaba pero nadie pronunciaba palabra alguna, siendo mejor de esa manera. 
A pocos minutos de haberse resguardado de la lluvia y el frío, él levanto la vista hacia la entrada donde no parecía llegar nadie más, pero allí estaba ella toda empapada y agitada, él no dudo un segundo y se puso de pie dirigiéndose hacia ella, no hizo falta preguntar nada lo que importaba era que ya estaban juntos y la noche sí sería inolvidable. 


hasta la próxima... 

Comentarios

  1. Alessa, este texto fue realmente precioso. Debes tener cuidado con los signos de puntuación, y con la redundancia (repetir demasiadas veces la misma palabra desluce el texto), pero al margen de eso, tu relato fue tan tierno y vìvido que casi casi senti que estaba allí.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. De nada. =)

    Hola Alessa, te invito a participar de esta convocatoria:

    http://retoqueyalgomas.blogspot.com/2012/10/ecoliteratura.html

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Promesas Rotas IV

Continuación...... De regreso a su cabaña, ambos se detuvieron solo para contemplarse el uno al otro y entregarse en un cálido abrazo como nunca se lo habían dado, aquella noche ambos soñaron en la misma almohada, apaciguando el deseo que tenían sus cuerpos de estar juntos, cansados de tanto amor, cayeron rendidos, abrazados, con ánimos de no soltarse jamás, mantenerse siempre unidos. Los primeros rayos de sol de la nueva mañana se apresuraron a colarse por las ventanas iluminando todo a su paso, encaprichados en despertar a quien encuentre a su paso, obligando a parpadear a los ojos aun dormidos de quienes reposaban aun en la cama, los ligeros movimientos tratando de evadir los rayos del sol no funcionaron y ambos se vieron obligados a despertar y levantarse a un nuevo día, sonriendo a pesar del sueño dejaron la cama y se alistaron para explorar   el lugar. El aroma de la naturaleza los envolvió hipnotizándolos a continuar. -           Qué te pareció la idea de venir aquí

Promesas Rotas II

U na semana antes Eran las dos de la tarde y no había nadie en casa, el teléfono no dejaba de sonar, o eso era lo que ellos querían que creyeran, habían decidido que este año todo sería diferente empezando por la celebración de un nuevo año juntos de los cuatro que ya llevaban, los amigos, la familia, el trabajo pasaba a segundo plano, solo se centrarían en ellos y en lo que más les apasionaba, divertirse juntos, bailar y reír sin importarles las miradas ajenas. Una semana fuera de la ciudad era la oportunidad perfecta para realizar sus planes, el equipaje ya estaba listo y ellos mucho más. Antes de salir se aseguraron de dejar todo cerrado con llave y también dejaron un nuevo mensaje en su casilla de mensajes de voz que decía: “somos Camila y Gerardo, déjanos tu mensaje y te llamaremos luego” El taxi los esperaba en la entrada de su casa, y el claxon del vehículo les anunciaba que llevaba mucho esperándolos, Camila y Gerardo solo intercambiaron sonrisas en lugar de decirse

Promesas Rotas VI (final)

  Solo se sentían ligeros movimientos que hacían estremecer su cuerpo de dolor, el brillo del sol junto con el ruidoso ambiente la confundieron, cayendo en un ligero sueño que la aprisionaba por ratos, sentía frío y ardor en las extremidades, un constante dolor en la cabeza la inquietaba, pero las voces a su alrededor le clamaban que se mantuviera quieta que todo saldría bien. El olor a frío y medicamentos le indicaron dónde se encontraba, el pulcro lugar le trajo a la mente lo ocurrido, se tranquilizó al verse a salvo pero no duró mucho porque buscaba a alguien más. Destellantes imágenes de lo ocurrido venían a su mente, colores que se mezclaban con sangre, palabras de amor y despedida que apenas pudo oír, estremecieron su cuerpo que quería bajar de la cama y salir a buscarlo, pero las enfermeras se lo impidieron regresándola a la fuerza a permanecer recostada, sedada, durmiendo, olvidando, llorando en silencio, culpándose de lo ocurrido.    Sus heridas físicas no eran gr