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El reto... nuevo relato ^^

Hoy un día oportuno para actualizar mis post con otro relato que acabo de terminar, así que comenzamos:

El reto

El tiempo límite estaba llegando a su fin, quizás los 650 años de plazo no serian suficientes después de todo, aunque al realizar el pacto  no le pareció tan complicado, pero seamos realistas ¿quién en sus cinco sentidos  querría ayudar a alguien como Weflu, el casi inexistente guardián de las puertas del bosque del olvido?  La pobre criatura de rasgos un tanto aterradores y marcados por el tiempo dejaban entre ver unos ojos tristes y solitarios, sin ningún amigo o siquiera alguien con quien charlar, al menos que las puertas que tanto cuidaba y las rocas a su alrededor le hablasen solo oía el ulular del viento y las hojas caer de los árboles.
A menos de tres semanas para cumplirse el plazo Weflu solo pensaba en lo que le pasaría por no haber cumplido su reto, entre esas cosas imaginaba algo  más terrible que la otra, sin apenas darse cuenta las tres semanas se hicieron dos, y luego solo un par de días que a como del lugar quería extender... sí extender los días que le restaban sería una buena opción para él, "esa es la solución" pensó con mucha alegría, pero "cómo lo haré", se interrogó el mismo y después de un rato vino a su mente la respuesta; encontrar a Krilo el sobrino del guardián del tiempo, que por cierto no había visto hace más de un milenio y no estaba seguro de reconocerlo, pero no perdía nada además era lo más adecuado en su situación, lo bueno de todo era que no necesitaba moverse de donde estaba, no mucho, solo algunos pasos y realizar el habitual llamado que desde pequeños aprendían en caso de necesitar algo; entonces Weflu dio unos cuantos saltos sobre las rocas, levantando las manos y moviendo la cabeza al ritmo del viento, salto tan alto como pudo sobre un pie al tiempo que decía unas cuantas palabras apenas audibles, otro salto alrededor de la misma roca y un remolino de hojas empezó a aproximarse hacia donde se encontraba, esa era la señal que esperaba, Krilo ya había llegado, ciertamente lo desconoció, sí que había cambiado pero el gran reloj que llevaba como cinturón lo identificaba claramente como miembro de los guardianes del tiempo.
Krilo y Weflu intercambiaron miradas en forma de saludo y luego algo más afectuoso su saludo habitual de saltos y gritos silenciosos. Apenas culminado el extraño ritual entre ambos, por fin Weflu habló y le contó el aprieto en el que se encontraba, Krilo por su pare oía atentamente y asentía de vez en cuando mirándolo fijamente. Casi al final de la tarde Krilo accedió a ayudar a Weflu pero a cambio tendría que llevar una nota hacia el pantano de cristales donde habitaba Neva, una dulce criatura a la cual Krilo cortejaba en secreto. No sería difícil llegar hasta allá, solo tendría que atravesar el bosque del olvido y estaría a unos pasos de ella, por lo que Weflu de inmediato acepto, al tiempo que lo hacía, sintió que todo a su alrededor iba más lento, solo podía significar una cosa, Krilo había cumplido su parte, ahora era necesario cumplir la suya.
Cruzar el bosque del olvido era algo natural para Weflu, por lo que no tuvo complicaciones en hacerlo. Al final del camino divisó un tramo claro dividido en tres caminos a la vez, él sabía cual seguir y no se equivoco en menos de lo esperado encontró una roca como se lo habían descrito, sobre ella una hoja que quería caer pero no lo hacía, ese era el lugar indicado para dejar la carta, se acerco uno pocos pasos más y la dejo sin hacer mucho ruido, al poco rato se escondió y espero a que Neva descubriera el escrito, cuando ,lo hubo hecho dio vuelta y regresó a su lugar habitual; pero antes de lograrlo Neva se apareció a sus espaldas haciendo que Weflu se sobresaltara del susto. Ella lo miro de arriba hacia abajo y no pareció reconocerlo pero eso no le preocupaba en lo más mínimo.
“Te puedes quedar un rato más?” preguntó Neva con su delicada voz, lo que causo un leve estremecimiento en Weflu porque no se lo esperaba, pero cómo resistirse a su dulce  y suplicante voz. Ambos se recostaron sobre el pasto lleno de escarcha mientras ella empezó a contarle lo solitaria que era su vida, que nadie venía a verla a pesar de recibir muchas notas en blanco de alguien a quien ella no conocía. Cuando Weflu se entero de las notas en blanco se quedo impactado pues sabía de quien eran las notas y con esto podía ayudar a ambos a la vez. “si quieres saber quién te escribe, ven conmigo y lo conocerás”, con un simple asentimiento emprendieron hacia donde empezó todo; sin embargo a medida que avanzaban todo iban más a prisa y no al contrario, esto atemorizo a Weflu, pues sabía lo que significaba… los jueces le habrían descubierto y habían anulado el hechizo de Krilo para retrasar el tiempo.
“Sabes qué día es hoy”, preguntó uno de los tres jueces a Weflu.
“No es muy difícil de saber”, dijo otro.
“El plazo culminó y veremos si cumpliste lo que dijiste” intervino el tercero.
Todo había llegado a su fin, Weflu no tenía salida a este problema, aunque le consolaba el saber que su silenciosa y solitaria vida se había terminado al encontrarse con Krilo y Neva, lo cuales al verse el uno al otro quedaron sorprendidos y sin palabras que solo bajaron las miradas ruborizadas.
“Guardián del bosque del olvido, acércate a oír el resultado”, así lo hizo, “Se te pidieron tres cosas que hacer en un tiempo prudente; salir de tu solitaria vida fue uno de ellos”, “Ayudar a alguien, fue lo segundo” y “saber escuchar, lo más complicado”… El pobre Weflu solo asintió ante lo que le decían, sin ánimo de quejarse, solo esperar su sentencia.
“tu sentencia será: pasar el resto de tu vida junto a tus nuevos amigos y compartir con ellos lo que te aqueja al igual que ellos contigo, para que juntos puedan encontrar una solución” Los ojos de Weflu se llenaron de lágrimas ante el inesperado resultado, dio saltos de alegría y girándose hizo una reverencia en agradecimiento a sus nuevos compañeros Krilo y Neva, que al igual que Weflu se sentían agradecidos de haberlo encontrado.



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