Buenas noches , aquí estoy otra vez ^^ y les traigo un nuevo relato...
Todo sigue
Como de costumbre cada mañana apenas y amanecía Eliana salía de casa por la ventana sin que nadie se diera cuenta, con dirección al mismo lugar de siempre, un árbol de manzanas en la cima de una colina desde donde se podía ver su casa y la de sus vecinos.
No importaba si llovía, o corría mucho viento ella nunca dejaba de ir, además entre sus brazos guardaba con mucho recelo una canastilla envuelta en un pañuelo a cuadros que guardaba bajo la almohada. Día a dia le tomaba dos minutos llegar a la colina y luego pasaba media hora sentada al costado del árbol con la canastilla en su regazo a la espera de algo que ella misma no estaba segura que pasaría, pero un día lo que tanto quería presenciar sucedió; en lo alto del árbol de manzanas unas diminutas aves habían hecho su nido y en él habían acomodado cuidadosamente a sus huevecillos que en apenas unos segundos serían solo cascarones dando la bienvenida a los nuevos miembros de esta familia de aves; Eliana al oír el ruido de las aves se sobresalto y levantó la vista hasta el nido esperando ver algo pero no lograba nada, por lo que empezó a trepar por las ramas pero al darse cuenta de que ponía en peligro al nido desistió de hacerlo y lo único que le quedaba era esperar a que asomaran sus cabezas para observarlas, algo que no logro en ese día pero no perdió las esperanzas de poder lograrlo los días siguientes, para lo cual se había preparado en llevar una pequeña escalera que uso con cuidado para acercarse a las aves, de esta manera sus ojos se abrieron de par en par al ver a las avecillas que llamaban a su madre, Eliana se quedo quieta por un instante para luego descender sin causar el mayor ruido. Luego de esto ella se quedaba más tiempo bajo el árbol hasta que un día no encontró a nadie en el nido ya que como lo dicta la ley de la naturaleza cada quien había tomado su camino hacia un nuevo lugar, un nuevo ciclo en esta vida.
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