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otra más

Ya es viernes y falta poco para el sábado-casi nada- así que compartiré otra historia.

Sueño o realidad 

Como era costumbre después de clase María pasó a la librería tan solo para observar los nuevo títulos que allí se presentaban aunque sabia que solo miraría las portadas ya que no traía dinero para comprar alguno. Día tras día era la misa rutina, el joven que atendía en la librería ya la conocía desde hace tres meses, tiempo que María  había hecho lo mismo. Alfonso, era el nombre del joven vendedor de la librería, algunas veces permitía a María darle una ojeadita a los libros del mostrador y hasta le contaba una que otra historia que él mismo había leído. 
Un día muy temprano antes de llegar al colegio, María no se imaginaba que lo que estaría por suceder le cambiaría la vida por completo. Un antiguo libro con las hojas todas roídas y amarillentas se encontraba a su paso, la portada era casi inexistente le llamo aún más la atención, lo que hizo que lo recogiera y guardara en su mochila. A la hora del receso, ella aprovecho para ver el contenido del libro que encontró, al abrirlo las palabras escritas en sus páginas empezaron a desaparecer ante sus ojos mientras una intensa luz brillante la envolvía por completo, el libro la estaba succionando, llevándola aun lugar completamente desconocido para ella, como en un sueño empezaron a aparecer imágenes destellantes que cambiaban a cada giro que daba, los inusuales personajes que se presentaban no parecían tener relación alguna uno con otro, princesas atrapadas por príncipes y salvadas por dragones, peces dorados que se comían a grandes ballenas, piratas que bailaban en recitales, cisnes que no volaban y otras cientos de locuras inimaginables. Sea un sueño o no María se encontraba atrapada en él y no sabía cómo salir de allí. Al cabo de unos minutos descubrió a alguien conocido se trataba de Alfonso, al menos alguien con quien buscar una salida; trató de hablarle pero éste se alejaba sin darle la cara. Y ahora qué haría la pequeña. Llorar no era una opción por lo que no lo hizo, decidió emprender su propia aventura y ser la protagonista de esta historia su historia. El verde césped que pisaba se llenaba de nieve rápidamente, el cielo despejado se volvía gris, aunque el arco iris permanecia a su vista todo estaba patas arriba, un desastre total. Después de mucho caminar encontró un letrero que le indicaban tres caminos a seguir, el de la  derecha le indicaba el camino a casa, el de la izquierda hacia un laberinto sin salida, y el del centro no la llevaría a ningún lado, todo esto estaba escrito en sus respectivos letreros, pero ¿sería seguro confiar en alguno de ellos?, esta era su mayor inquietud, pero como están las cosas ella eligió ir por el laberinto, tal fue su sorpresa al encontrarse con uno verdadero , le tomo algo de tiempo salir de él y cuando lo hizo regreso al mismo lugar en el que empezó todo. Esta vez tendría otra oportunidad y eligió el camino a casa, fue algo corto este sendero y tampoco la llevo a nada. Así que el último camino debería ser el correcto, sin embargo ya no estaba cuando intento ir por allí. Ya estaba cansada y sin ánimo de seguir, por lo que prefirió recostarse un rato y continuar después.  
Al cabo de unos minutos le pareció oír unos susurros, abrió los ojos y allí estaban sus compañeras de clase que le avisaban que el recreo ya había terminado y era mejor dejar el sueño para su casa cuando la clase terminara. Se sorprendió ante lo que había pasado, "un sueño" fue lo que pensó; bajó la mirada  y tenía el extraño libro en sus manos, aún no lo había abierto y creyó que seria mejor no hacerlo, al menos no hoy.

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